Mateo 8:1-9:35
81Al bajar Jesús por la ladera del monte, grandes multitudes lo seguían. 2De repente, un leproso se le acercó y se arrodilló delante de él.
dijo el hombre,
3Jesús extendió la mano y lo tocó.
dijo.
Al instante, la lepra desapareció.
le dijo Jesús.
5Cuando Jesús regresó a Capernaúm, un oficial romano* se le acercó y le rogó:
dijo Jesús.
dijo el oficial,
10Al oírlo, Jesús quedó asombrado. Se dirigió a los que lo seguían y dijo:
13Entonces Jesús le dijo al oficial romano:
Y el joven siervo quedó sano en esa misma hora.
14Cuando Jesús llegó a la casa de Pedro, la suegra de Pedro estaba enferma en cama con mucha fiebre. 15Jesús le tocó la mano, y la fiebre se fue. Entonces ella se levantó y le preparó una comida.
16Aquella noche, le llevaron a Jesús muchos endemoniados. Él expulsó a los espíritus malignos con una simple orden y sanó a todos los enfermos. 17Así se cumplió la palabra del Señor por medio del profeta Isaías, quien dijo:
«Se llevó nuestras enfermedades
y quitó nuestras dolencias»*.
18Cuando Jesús vio a la multitud que lo rodeaba, dio instrucciones a sus discípulos de que cruzaran al otro lado del lago.
19Entonces uno de los maestros de la ley religiosa le dijo:
20Jesús le respondió:
21Otro de sus discípulos dijo:
22Jesús le dijo:
23Luego Jesús entró en la barca y comenzó a cruzar el lago con sus discípulos. 24De repente, se desató sobre el lago una fuerte tormenta, con olas que entraban en el barco; pero Jesús dormía. 25Los discípulos fueron a despertarlo:
gritaron.
preguntó Jesús.
Entonces se levantó y reprendió al viento y a las olas y, de repente, hubo una gran calma.
27Los discípulos quedaron asombrados y preguntaron:
28Cuando Jesús llegó al otro lado del lago, a la región de los gadarenos,* dos hombres que estaban poseídos por demonios salieron a su encuentro. Vivían en un cementerio y eran tan violentos que nadie podía pasar por esa zona.
29Comenzaron a gritarle:
30Sucedió que a cierta distancia había una gran manada de cerdos alimentándose. 31Entonces los demonios suplicaron:
les ordenó Jesús.
Entonces los demonios salieron de los hombres y entraron en los cerdos, y toda la manada se lanzó al lago por el precipicio y se ahogó en el agua.
33Los hombres que cuidaban los cerdos huyeron a la ciudad cercana y contaron a todos lo que había sucedido con los endemoniados. 34Entonces toda la ciudad salió al encuentro de Jesús, pero le rogaron que se fuera y los dejara en paz.
91Jesús subió a una barca y regresó al otro lado del lago, a su propia ciudad. 2Unos hombres le llevaron a un paralítico en una camilla. Al ver la fe de ellos, Jesús le dijo al paralítico:
3Entonces algunos de los maestros de la ley religiosa decían en su interior:
4Jesús sabía* lo que ellos estaban pensando, así que les preguntó:
Entonces Jesús miró al paralítico y dijo:
7¡El hombre se levantó de un salto y se fue a su casa! 8Al ver esto, el temor se apoderó de la multitud; y alababan a Dios por enviar a un hombre con tanta autoridad.*
9Mientras caminaba, Jesús vio a un hombre llamado Mateo sentado en su cabina de cobrador de impuestos.
le dijo Jesús. Entonces Mateo se levantó y lo siguió.
10Más tarde, Mateo invitó a Jesús y a sus discípulos a una cena en su casa, junto con muchos cobradores de impuestos y otros pecadores de mala fama. 11Cuando los fariseos vieron esto, preguntaron a los discípulos:
12Cuando Jesús los oyó, les dijo:
13Luego añadió:
14Un día los discípulos de Juan el Bautista se acercaron a Jesús y le preguntaron:
15Jesús respondió:
18Mientras Jesús decía esas cosas, el líder de una sinagoga se le acercó y se arrodilló delante de él.
le dijo,
19Entonces Jesús y sus discípulos se levantaron y fueron con él. 20Justo en ese momento, una mujer quien hacía doce años que sufría de una hemorragia continua se le acercó por detrás. Tocó el fleco de la túnica de Jesús 21porque pensó:
22Jesús se dio vuelta, y cuando la vio le dijo:
Y la mujer quedó sana en ese instante.
23Cuando Jesús llegó a la casa del oficial, vio a una ruidosa multitud y escuchó la música del funeral.
les dijo.
pero la gente se rió de él. 25Sin embargo, una vez que hicieron salir a todos, Jesús entró y tomó la mano de la niña, ¡y ella se puso de pie! 26La noticia de este milagro corrió por toda la región.
27Cuando Jesús salió de la casa de la niña, lo siguieron dos hombres ciegos, quienes gritaban:
28Entraron directamente a la casa donde Jesús se hospedaba, y él les preguntó:
le dijeron,
29Entonces él les tocó los ojos y dijo:
30Entonces sus ojos se abrieron, ¡y pudieron ver! Jesús les advirtió severamente:
31pero ellos, en cambio, salieron e hicieron correr su fama por toda la región.
32Cuando se fueron, un hombre que no podía hablar, poseído por un demonio, fue llevado a Jesús. 33Entonces Jesús expulsó al demonio y después el hombre comenzó a hablar. Las multitudes quedaron asombradas.
exclamaron.
34Sin embargo, los fariseos dijeron:
35Jesús recorrió todas las ciudades y aldeas de esa región, enseñando en las sinagogas y anunciando la Buena Noticia acerca del reino; y sanaba toda clase de enfermedades y dolencias.
SIGUIENDO EJEMPLOS PIADOSOS