Marcos 15:1-16:20
151Muy temprano por la mañana, los principales sacerdotes, los ancianos y los maestros de la ley religiosa —todo el Concilio Supremo*— se reunieron para hablar del próximo paso. Ataron a Jesús, se lo llevaron y lo entregaron a Pilato, el gobernador romano.
2Pilato le preguntó a Jesús:
contestó Jesús.
3Entonces los principales sacerdotes siguieron acusándolo de muchos delitos, 4y Pilato le preguntó:
5Entonces, para sorpresa de Pilato, Jesús no dijo nada.
6Ahora bien, era costumbre del gobernador poner en libertad a un preso cada año, durante la celebración de la Pascua, el que la gente pidiera. 7Uno de los presos en ese tiempo era Barrabás, un revolucionario que había cometido un asesinato durante un levantamiento. 8La multitud acudió a Pilato y le pidió que soltara a un preso como era la costumbre.
preguntó Pilato. 10(Pues ya se había dado cuenta de que los principales sacerdotes habían arrestado a Jesús por envidia). 11Sin embargo, en ese momento, los principales sacerdotes incitaron a la multitud para que exigiera la libertad de Barrabás en lugar de la de Jesús. 12Pilato les preguntó:
le contestaron a gritos.
insistió Pilato.
Pero la turba rugió aún más fuerte:
15Entonces Pilato, para calmar a la multitud, dejó a Barrabás en libertad. Y mandó azotar a Jesús con un látigo que tenía puntas de plomo, y después lo entregó a los soldados romanos para que lo crucificaran.
16Los soldados llevaron a Jesús al patio del cuartel general del gobernador (llamado el pretorio) y llamaron a todo el regimiento. 17Lo vistieron con un manto púrpura y armaron una corona con ramas de espinos y se la pusieron en la cabeza. 18Entonces lo saludaban y se mofaban:
19Y lo golpeaban en la cabeza con una caña de junco, le escupían y se ponían de rodillas para adorarlo burlonamente. 20Cuando al fin se cansaron de hacerle burla, le quitaron el manto púrpura y volvieron a ponerle su propia ropa. Luego lo llevaron para crucificarlo.
21Un hombre llamado Simón, que pasaba por allí pero era de Cirene,* venía del campo justo en ese momento, y los soldados lo obligaron a llevar la cruz de Jesús. (Simón era el padre de Alejandro y de Rufo). 22Y llevaron a Jesús a un lugar llamado Gólgota (que significa «Lugar de la Calavera»). 23Le ofrecieron vino mezclado con mirra, pero él lo rechazó.
24Después los soldados lo clavaron en la cruz. Dividieron su ropa y tiraron los dados* para ver quién se quedaba con cada prenda. 25Eran las nueve de la mañana cuando lo crucificaron. 26Un letrero anunciaba el cargo en su contra. Decía: «El Rey de los judíos». 27Con él crucificaron a dos revolucionarios,* uno a su derecha y otro a su izquierda.*
29La gente que pasaba por allí gritaba insultos y movía la cabeza en forma burlona.
le gritaban.
31Los principales sacerdotes y los maestros de la ley religiosa también se burlaban de Jesús.
se mofaban,
Hasta los hombres que estaban crucificados con Jesús se burlaban de él.
33Al mediodía, la tierra se llenó de oscuridad hasta las tres de la tarde. 34Luego, a las tres de la tarde, Jesús clamó con voz fuerte:
que significa «Dios mío, Dios mío, ¿por qué me has abandonado?»*.
35Algunos que pasaban por allí entendieron mal y pensaron que estaba llamando al profeta Elías. 36Uno de ellos corrió y empapó una esponja en vino agrio, la puso sobre una caña de junco y la levantó para que él pudiera beber.
dijo.
37Entonces Jesús soltó otro fuerte grito y dio su último suspiro. 38Y la cortina del santuario del templo se rasgó en dos, de arriba abajo.
39El oficial romano* que estaba frente a él,* al ver cómo había muerto, exclamó:
40Algunas mujeres miraban de lejos, entre ellas, María Magdalena, María (la madre de Santiago el menor y de José*), y Salomé. 41Eran seguidoras de Jesús y lo habían cuidado mientras estaba en Galilea. También estaban allí muchas otras mujeres que habían venido con él a Jerusalén.
42Todo eso sucedió el viernes —el día de preparación*— anterior al día de descanso. Al acercarse la noche, 43José de Arimatea se arriesgó y fue a ver a Pilato y pidió el cuerpo de Jesús. (José era miembro honorable del Concilio Supremo y esperaba la venida del reino de Dios). 44Pilato no podía creer que Jesús ya hubiera muerto, así que llamó al oficial romano y le preguntó si ya había muerto. 45El oficial lo confirmó, así que Pilato le dijo a José que podía llevarse el cuerpo. 46José compró un largo lienzo de lino. Luego bajó el cuerpo de Jesús de la cruz, lo envolvió en el lienzo y lo colocó en una tumba que había sido tallada en la roca. Después hizo rodar una piedra en la entrada. 47María Magdalena y María, la madre de José, vieron dónde ponían el cuerpo de Jesús.
161El sábado al atardecer, cuando terminó el día de descanso, María Magdalena, Salomé y María, la madre de Santiago, fueron a comprar especias para el entierro, a fin de ungir el cuerpo de Jesús. 2El domingo por la mañana* muy temprano, justo al amanecer, fueron a la tumba. 3En el camino, se preguntaban unas a otras:
4pero cuando llegaron, se fijaron y vieron que la piedra, que era muy grande, ya estaba corrida.
5Cuando entraron en la tumba, vieron a un joven vestido con un manto blanco, sentado al lado derecho. Las mujeres estaban asustadas, 6pero el ángel les dijo:
8Las mujeres, desconcertadas, huyeron temblando de la tumba y no dijeron nada a nadie porque estaban muy asustadas.*
[Los manuscritos más antiguos de Marcos terminan en el versículo 16:8. Otros manuscritos tardíos incluyen uno o ambos de los finales que aparecen a continuación].
[Final breve de Marcos]
Luego ellas informaron todo eso a Pedro y a sus compañeros brevemente. Tiempo después, Jesús mismo los envió del oriente al occidente con el sagrado e inagotable mensaje de salvación que da vida eterna. Amén.
[Final largo de Marcos]
9Después de que Jesús resucitó el domingo por la mañana temprano, la primera persona que lo vio fue María Magdalena, la mujer de quien él había expulsado siete demonios. 10Ella fue a ver a los discípulos, quienes estaban lamentándose y llorando, y les dijo lo que había sucedido. 11Sin embargo, cuando les dijo que Jesús estaba vivo y que lo había visto, ellos no le creyeron.
12Tiempo después, Jesús se apareció en otra forma a dos de sus seguidores que iban caminando desde Jerusalén hacia el campo. 13Ellos regresaron corriendo para contárselo a los demás, pero ninguno les creyó.
14Incluso más tarde, se apareció a los once discípulos mientras comían juntos. Los reprendió por su obstinada incredulidad, porque se habían negado a creer a los que lo habían visto después de que resucitó.*
15Entonces les dijo:
19Cuando el Señor Jesús terminó de hablar con ellos, fue levantado al cielo y se sentó en el lugar de honor, a la derecha de Dios. 20Y los discípulos fueron por todas partes y predicaron, y el Señor actuaba por medio de ellos confirmando con muchas señales milagrosas lo que decían.
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