Pablo abrió su corazón en un intento desesperado por recuperar a una iglesia errante
Nuestro día a día está rodeado de llamadas telefónicas. En ellas es fácil advertir cómo se siente una persona por lo que está diciendo, ¡Aun cuando escuchamos solo una parte de la conversación! La lectura de 2 Corintios es algo parecido. Puede que no sepamos los detalles, pero las emociones de Pablo se hacen vívidas a medida que él expone sus alegrías, tristezas, ambiciones y frustraciones que le causan los creyentes en Corinto. Su vulnerabilidad nos será útil para desarrollar nuestra relación con Dios.
La carta se puede dividir en tres partes. En los primeros siete capítulos Pablo describe la gloria del mensaje del evangelio y sus experiencias como ministro de Jesucristo. En los dos capítulo siguientes Pablo emprende una campaña de recolección de fondos para la iglesia en Jerusalén, afectada por la pobreza. En los últimos cuatro capítulos se defiende contra los miembros de la iglesia que rehusaron reconocer su autoridad como apóstol y líder. En medio de todo esto surge una lección poderosa: ¡En tu debilidad descubres el poder de Dios!
Presta atención especial a los ejemplos prácticos y a los consejos que da para resolver conflictos: algunos de personalidad entre los miembros de la iglesia, otros teológicos en torno a falsas enseñanzas y también culturales entre la iglesia y el mundo.
El apóstol Pablo la escribió aproximadamente en el año 55 d. C. Los conflictos se infiltraron en la iglesia de Corinto. El objetivo de Pablo era calmar los desacuerdos, restaurar la unidad del cuerpo de creyentes, y restablecer su rol como líder.
Aún en ese tiempo, iglesias como la de Corinto tenían problemas para funcionar correctamente. Las instrucciones de Pablo sobre cómo manejar la disensión en la iglesia, los falsos maestros y el liderazgo fueron dadas para ayudar a resolver estos problemas recurrentes. También llamó la atención de los creyentes hacia lo que está sucediendo afuera, al buscar su ayuda para los creyentes más pobres en Jerusalén.
Todo el texto de SourceView está en negro porque esta carta solo contiene la parte de Pablo en su diálogo con la iglesia de Corinto. La carta está impresa en cursiva, para recrear la sensación de escritura a mano de este documento tan personal.