Apocalipsis 15:1-16:21
151Luego vi en el cielo otro maravilloso suceso de gran importancia. Siete ángeles sostenían las últimas siete plagas, que completarían la ira de Dios. 2Vi delante de mí algo que parecía un mar de cristal mezclado con fuego. Sobre este mar estaban de pie todos los que habían vencido a la bestia, a su estatua y al número que representa su nombre. Todos tenían arpas que Dios les había dado 3y entonaban el canto de Moisés, siervo de Dios, y el canto del Cordero:
5Luego miré y vi que se abría por completo el templo que está en el cielo, el tabernáculo de Dios. 6Los siete ángeles que sostenían las siete plagas salieron del templo. Estaban vestidos de un lino blanco* sin mancha alguna y tenían una banda de oro que cruzaba el pecho. 7Entonces uno de los cuatro seres vivientes le entregó a cada uno de los siete ángeles una copa de oro llena de la ira de Dios, quien vive por siempre y para siempre. 8El templo se llenó del humo de la gloria y el poder de Dios. Nadie podía entrar en el templo hasta que los siete ángeles terminaran de derramar las siete plagas.
161Luego oí una voz potente que venía del templo y decía a los siete ángeles:
2Así que el primer ángel salió del templo y derramó su copa sobre la tierra, y a todos los que tenían la marca de la bestia y que adoraban a su estatua les salieron horribles llagas malignas.
3Después el segundo ángel derramó su copa sobre el mar, y el agua se volvió como la sangre de un cadáver, y murió todo lo que estaba en el mar.
4Entonces el tercer ángel derramó su copa sobre los ríos y los manantiales, y estos se convirtieron en sangre. 5Y oí que el ángel que tenía autoridad sobre todas las aguas decía:
7Y oí una voz que venía del altar y* decía:
8Entonces el cuarto ángel derramó su copa sobre el sol, esto hacía que quemara a todos con su fuego. 9Todos sufrieron quemaduras debido a la descarga de calor y maldijeron el nombre de Dios, quien tenía control sobre todas estas plagas. No se arrepintieron de sus pecados ni se volvieron a Dios ni le dieron la gloria.
10Después el quinto ángel derramó su copa sobre el trono de la bestia, y el reino de la bestia quedó sumergido en la oscuridad. Sus súbditos rechinaban los dientes* por la angustia 11y maldecían al Dios del cielo por los dolores y las llagas, pero no se arrepintieron de sus fechorías ni volvieron a Dios.
12Luego el sexto ángel derramó su copa sobre el gran río Éufrates, y este se secó para que los reyes del oriente pudieran marchar con sus ejércitos sin obstáculos hacia el occidente. 13Y vi que de la boca del dragón, de la boca de la bestia y de la boca del falso profeta saltaban tres espíritus malignos* que parecían ranas. 14Estos son espíritus de demonios que hacen milagros y salen a reunir a todos los gobernantes del mundo para pelear contra el Señor en la batalla del gran día del juicio de Dios, el Todopoderoso.
16Y los espíritus de demonios reunieron a todos los gobernantes y a sus ejércitos en un lugar que en hebreo se llama Armagedón.*
17Luego el séptimo ángel derramó su copa en el aire, y desde el trono del templo salió un fuerte grito:
18Entonces rugieron y retumbaron truenos, y salieron relámpagos; y se produjo un fuerte terremoto, el peor desde que el hombre fue puesto sobre la tierra. 19La gran ciudad de Babilonia se partió en tres secciones, y las ciudades de muchas naciones cayeron y quedaron reducidas a escombros. Así que Dios se acordó de todos los pecados de Babilonia, y la hizo beber de la copa que estaba llena del vino del furor de su ira. 20Entonces desaparecieron todas las islas, y las montañas se vinieron abajo y no existieron más. 21Hubo una gran tormenta de granizo, y piedras de granizo, como de treinta y cuatro kilos* cada una, cayeron del cielo sobre las personas. Maldijeron a Dios debido a la terrible plaga de granizo.
HAMBRE POR CONOCER MÁS A DIOS