Las asombrosas palabras y hechos de Jesús el Mesías desmoronan las tradiciones culturales
El Evangelio de Mateo se enfoca en Jesús como el rey Mesías que vino a establecer su reino. La historia comienza con un recuento de la línea familiar de Jesús y las circunstancias alrededor de su nacimiento. Puede que te sorprendas al descubrir que la genealogía inicial contiene una perspectiva profética significativa. Mateo editó la genealogía de Jesús de tal manera que anuncia el inicio del jubileo de Dios (ver Lev 25:8-55; 27:16-25). Mateo logró esto al resaltar las tres eras principales de la historia judía y ordenando a los ancestros terrenales de Jesús en tres grupos de catorce generaciones cada uno: «Todos los que aparecen en la lista abarcan catorce generaciones desde Abraham hasta David, catorce desde David hasta el destierro a Babilonia, y catorce desde el destierro a Babilonia hasta el Mesías.» (Mat 1:17). Para la mente judía tres veces catorce —o seis veces siete— era un analogía de lo que tenía que pasar antes que el séptimo siete pudiera comenzar. ¡El tiempo del jubileo de la redención de Dios! Los lectores judíos del tiempo de Mateo, a quienes les encantaba la simbología matemática y las genealogías, habrían notado la metáfora espiritual inmediatamente, ¡además de entender las «buenas nuevas» que Jesús estaba entregando en el Jubileo Mesiánico anticipado!
Empezando con el tercer capítulo, este Evangelio contiene cinco secciones principales. Cada una recuenta los hechos de Jesús y luego registra una de sus grandes enseñanzas. El formato de SourceView te ayuda a ver con facilidad el intercambio entre las obras y las palabras de Jesús mientras hojeas las páginas multicolores para luego observar largas secciones de texto en color rojo. Cada sección finaliza de la misma manera (Mat 7:28; 11:1; 13:53; 19:1; 26:1). Estas cinco secciones reflejan los cinco libros de Moisés, porque Jesús vino a establecer un nuevo pacto que da cumplimiento y sobrepasa al antiguo.
Busca la evidencia del trasfondo matemático de Mateo como un recaudador de impuestos y hombre que empleó un razonamiento ordenado y sistemático. Observa el uso frecuente de referencias al Antiguo Testamento para dirigirse a su audiencia judía. Él mostró cómo Jesús dio cumplimiento a las profecías del Antiguo Testamento sobre un Mesías que vendría a establecer un nuevo reino, uno muy diferente a lo que cualquiera hubiese anticipado. Los últimos tres capítulos narran la conmovedora historia de cómo este reino es establecido por medio de la muerte y resurrección de Jesús. Luego culmina con el apremiante mandato final de Cristo a sus seguidores —¡de ese entonces y de ahora!—, de establecer el nuevo reino de Jesús entre todas las naciones (Mat. 28:19).
Mateo, también llamado Leví, nos cuenta de manera típica, contundente y práctica, cómo primero conoció a Jesús (Mat 9:9-13; Mar 2:14-17; Luc 5:27-31). Al ser un cobrador de impuestos judío, pareciera haber sido bastante acomodado, siendo capaz de realizar una gran cena para Jesús. Sus compañeros quizá lo vieron como un despreciable colaborador romano. Seguramente existieron momentos de tensión en la dinámica del grupo cuando él y Simón el zelote —partido anti-romano que peleó por la liberación judía, utilizando incluso tácticas de terror— comenzaron a dialogar, dado que pertenecían a extremos opuestos del espectro político.
Mateo habría sido escrito a mediados del primer siglo, probablemente solo unas décadas después de los eventos en la vida de Jesús y su ministerio, pero antes de la caída de Jerusalén en el año 70 d. C.
Primeramente a lectores judíos, a fin de aportar pruebas irrefutables de que el largamente esperado Mesías judío había venido a establecer el reino de Dios en la tierra. Mateo ofreció un relato convincente de las buenas nuevas de Jesucristo, citando pasajes del Antiguo Testamento para defender las afirmaciones de los creyentes acerca de Jesús.
Mateo es el primero de los cuatro evangelios en el cual nueve de los doce discípulos presentan diálogos —ver la introducción de Juan—. Resulta interesante observar que los que no presentan diálogos son:
Mateo/Leví, el autor de este Evangelio.
Su hermano Santiago, ambos llamados los «hijos de Alfeo» (ver Mar 2:14 y 3:18).
Simón el zelote, su polo político opuesto.
Dentro de los cuatro evangelios, Mateo es el que contiene menos cantidad de texto en azul. Sin embargo, a pesar de ser pocos, estos personajes entregan un importante contenido a la historia. Por ejemplo, tenemos la intervención de dos diferentes grupos de ciegos cuyas historias no se encuentran en los otros evangelios. Jesús sanó al primer grupo de ciegos al comienzo de su ministerio mientras recorría “las ciudades y aldeas” de Galilea (ver Mat 9:35). Jesús sanó al segundo grupo de ciegos cuando Él y sus discípulos «salían de la ciudad de Jericó» con rumbo a Jerusalén en los últimos días de su ministerio (Mat 21:1). Mateo intencionalmente sitúa estas historias en los extremos del ministerio de Jesús. Estos milagros dramáticos, acentúan claramente las palabras de Jesús en su última sección de enseñanza: donde de manera repetitiva reprende a los líderes religiosos por su ceguera (Mat 23:16, 17, 19, 24, 26). Mientras lees, que tus ojos sean abiertos para ver como Jesús hubiera querido.
Este Evangelio presenta más palabras en rojo que cualquiera de los demás. Claramente se ve el enfoque en las enseñanzas de Jesús. Observa los porcentajes SourceView en cada uno:
Negro | Rojo | Verde | Azul | |
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Mateo | 32.1 | 57.5 | 2.1 | 8.3 |
Marcos | 52.9 | 35.5 | 2.7 | 8.9 |
Lucas | 38.2 | 49.0 | 1.4 | 11.4 |
Juan | 38.9 | 44.1 | 2.5 | 14.5 |
Como se puede ver en la tabla, el Evangelio de Mateo contiene una cantidad enorme de texto en rojo: ¡Más de 13,500 palabras! Cerca de 3/5 del texto en rojo se encuentra en los cinco bloques principales de enseñanza dados por Jesús. Estos son:
A medida que lees estas palabras de Jesús, pregúntate lo siguiente: ¿Qué nuevas verdades me revelan, qué cambios requieren en mí, qué promesas contienen? ¿Qué expectativas son establecidas, cuál es la esperanza que imparten?