Lucas 9:1-9:50
91Cierto día, Jesús reunió a sus doce discípulos* y les dio poder y autoridad para expulsar a todos los demonios y sanar enfermedades. 2Luego los envió para que anunciaran a todos acerca del reino de Dios y sanaran a los enfermos. 3Les dio las siguientes instrucciones:
6Entonces ellos comenzaron su recorrido por las aldeas para predicar la Buena Noticia y sanar a los enfermos.
7Cuando Herodes Antipas, el gobernante de Galilea,* oyó hablar de todo lo que Jesús hacía, quedó perplejo. Algunos decían que Juan el Bautista había resucitado de los muertos. 8Otros pensaban que Jesús era Elías o algún otro profeta, levantado de los muertos.
decía Herodes,
Y siguió tratando de ver a Jesús.
10Cuando los apóstoles regresaron, le contaron a Jesús todo lo que habían hecho. Luego él se retiró con ellos sin llamar la atención hacia la ciudad de Betsaida, 11pero las multitudes descubrieron adónde iba y lo siguieron. Jesús los recibió y les enseñó acerca del reino de Dios y sanó a los que estaban enfermos.
12Al atardecer, los doce discípulos se le acercaron y le dijeron:
13Jesús les dijo:
le respondieron.
14Pues había alrededor de cinco mil hombres allí.
Jesús les respondió:
15Entonces todos se sentaron. 16Jesús tomó los cinco panes y los dos pescados, miró hacia el cielo y los bendijo. Luego, a medida que partía los panes en trozos, se los daba a sus discípulos junto con los pescados para que los distribuyeran entre la gente. 17Todos comieron cuanto quisieron, y después los discípulos juntaron doce canastas con lo que sobró.
18Cierto día, Jesús se alejó de las multitudes para orar a solas. Solo estaban con él sus discípulos, y les preguntó:
contestaron,
20Entonces les preguntó:
Pedro contestó:
21Jesús les advirtió a sus discípulos que no dijeran a nadie quién era él.
les dijo.
23Entonces dijo a la multitud:
28Cerca de ocho días después, Jesús llevó a Pedro, a Juan y a Santiago a una montaña para orar. 29Y mientras oraba, la apariencia de su rostro se transformó y su ropa se volvió blanca resplandeciente. 30De repente aparecieron dos hombres, Moisés y Elías, y comenzaron a hablar con Jesús. 31Se veían llenos de gloria. Y hablaban sobre la partida de Jesús de este mundo, lo cual estaba a punto de cumplirse en Jerusalén.
32Pedro y los otros se durmieron. Cuando despertaron, vieron la gloria de Jesús y a los dos hombres de pie junto a él. 33Cuando Moisés y Elías comenzaron a irse, Pedro, sin saber siquiera lo que decía, exclamó:
34Pero no había terminado de hablar cuando una nube los cubrió y, mientras los cubría, se llenaron de miedo.
35Entonces, desde la nube, una voz dijo:
36Cuando la voz terminó de hablar, Jesús estaba allí solo. En aquel tiempo, no le contaron a nadie lo que habían visto.
37Al día siguiente, después que bajaron del monte, una gran multitud salió al encuentro de Jesús. 38Un hombre de la multitud le exclamó:
dijo Jesús,
Entonces le dijo al hombre:
42Cuando el joven se acercó, el demonio lo arrojó al piso y le causó una violenta convulsión; pero Jesús reprendió al espíritu maligno* y sanó al muchacho. Después lo devolvió a su padre. 43El asombro se apoderó de la gente al ver esa majestuosa demostración del poder de Dios.
Mientras todos se maravillaban de las cosas que él hacía, Jesús dijo a sus discípulos:
45Sin embargo, ellos no entendieron lo que quiso decir. El significado de lo que decía estaba oculto de ellos, por eso no pudieron entender y tenían miedo de preguntarle.
46Entonces los discípulos comenzaron a discutir entre ellos acerca de quién era el más importante. 47Pero Jesús conocía lo que ellos pensaban, así que trajo a un niño y lo puso a su lado. 48Luego les dijo:
49Juan le dijo a Jesús:
50Jesús le dijo:
APRENDIENDO DEL PASADO