¡Un llamado a vencer porque nuestro Dios reina!
Cuando la historia se vuelve deprimente y los malos están ganando, es un alivio darle un vistazo al final del libro, ¡ya que al final los buenos sí ganan! Apocalipsis nos recuerda que al final la justicia y misericordia triunfan sobre el mal, y cada tristeza es consolada. Por la victoria de Jesús sobre el pecado y la muerte, somos llamados a vivir vidas consistentes con el reino venidero de Dios.
Esta gran profecía es el libro climático del Nuevo Testamento. Los cuatro evangelios describen la vida de Jesús en la tierra. Las muchas cartas describen el ministerio del Cristo resucitado. Apocalipsis presenta a Jesús como el glorioso Rey venidero, que merece tu amor, adoración y lealtad total. La garantía de su victoria final nos da valor para perseverar en medio de los desafíos de la vida. Nuestra confianza se encuentra en la esperanza de que el mundo será «el reino de nuestro Señor y de su Cristo, y él reinará por siempre y para siempre» (Apo 11:15).
Probablemente Juan, el apóstol que también escribió el Evangelio de Juan y las tres cartas que llevan su nombre.
Varias fechas se han sugerido, la preferida es entre los años 90-96 d. C. Cerca del final del reinado del emperador romano Domiciano, aproximadamente cuando empezó su persecución contra la iglesia. Estos días oscuros requerían la luz de esperanza de un futuro victorioso.
Este libro estaba dirigido a las siete iglesias en la provincia romana de Asia —Turquía actual— para advertirles a no apartarse de su fe en Jesucristo. También les ofreció la garantía de la victoria final a través del Rey de Reyes y Señor de Señores, quien tiene el futuro en sus manos.
¡Apocalipsis definitivamente tiene un elenco interesante! Juan habla a través de El Narrador —texto en negro, 61.6% del libro— y como él mismo —texto en verde, solo 0.1% del libro—. Dios tiene mucho que decir —texto en rojo, 21.2% del libro—; pero quizá la parte más intrigante es la que abarcan los otros treinta y cinco miembros del elenco —texto en azul, 17.1% del libro—. De igual forma como en Zacarías en el Antiguo Testamento, escuchamos las palabras de una colección extraordinaria de seres fuera de este mundo:
Cabe destacar que ni Satanás ni sus ejércitos demoníacos toman la palabra. Tal vez todavía leas este libro con algunas aprensiones. Quizá estés pensando: «Hay tantas cosas misteriosas en él, ¿cómo puede ser posible entenderlo?». Aunque efectivamente muchas de las imágenes son inusuales, hay mucho en Apocalipsis que es fácil de comprender. Algunas de las primeras palabras de El Narrador y algunas de las palabras finales habladas por Dios nos llevan en dirección a un mayor entendimiento. Nota la semejanza entre estos dos pasajes:
Aparentemente el autor pensó que las ideas principales eran lo suficiente claras para que el lector las pudiera entender fácilmente y aplicarlas. ¿Qué hay que obedecer de este libro? Bueno, hay más de ciento veinte imperativos a lo largo del texto. El Narrador da algunas órdenes claras como: «vengan, beba gratuitamente» (Apo 22:17). Una variedad de ángeles, incluyendo a El Primer Ángel Volando, también hacen su aporte: «Teman a Dios, denle gloria, adoren,» (Apo 14:7). También El Ángel Guía dice: «No, no me adores a mí, adora únicamente a Dios,» (Apo 19:10 y 22:9).
Pero la mayor cantidad de imperativos salen directamente de la boca de Dios y se encuentran en el texto en rojo. De hecho, veinte de los veintiocho pasajes en rojo en Apocalipsis contienen órdenes claras para que las obedezcamos. ¿Las puedes encontrar? El mayor número están concentradas en Apo 1:17b-3:22: «No tengas miedo, mira, escribe, escribe, mira, vuélvete a mi, haz las obras, debe escuchar al Espíritu, entender, escribe, no tengas miedo, si permaneces fiel, debe escuchar al Espíritu, entender, escribe, arrepiéntete de tu pecado, debe escuchar al Espíritu, entender, escribe, solo que retengan con firmeza lo que tienen, debe escuchar al Espíritu, entender, escribe, despierta, fortalece lo poco que te queda, vuelve a lo que escuchaste, retenlo, arrepiéntete, regresa a mí, debe escuchar al Espíritu, entender, escribe, mira, aférrate a lo que tienes, debe escuchar al Espíritu, entender, escribe, te aconsejo que de mí compres, compra también ropas, compra ungüento para tus ojos, sé diligente, arrepiéntete de tu indiferencia, mira, debe escuchar al Espíritu, entender».
La repetición es intencionada. ¿Te estás empezando a dar cuenta de los temas claves? No tengas miedo, despierta, arrepiéntete, aférrate, escucha al Éspíritu, entiende.
Si regresamos a 1:3 y 22:7, nos damos cuenta que estos dos pasajes no solo hablan de obedecer el mensaje de este libro, sino también de las bendiciones que acompañan este acto de obediencia. Hay otros cinco pasajes en Apocalipsis que también hablan de ser bendecidos. Estos declaran: